sábado, 26 de noviembre de 2011

(L)


- ¿Qué te pasa?

- Nada.

- Si; yo también lloro por nada.

- No, es que... acabo de cortar con mi novio.

- ¿Por qué?

- Porque me ha engañado, pero aún le quiero, ¿cómo puede ser?

- Mira... un amor, un verdadero amor, no te lo escribes con tinta en el corazón, te lo escribes con fuego. Y
hay que tener cuidado porque cuanto más se ama, más intensa es la llama y más quema, más duele.

- Pero, sabes... ¿Sabes lo que es amar a alguien de verdad y ser capaz de dar la última gota de vida por él? Duele mucho.

- Lo sé, pero siempre hay algo peor.

- ¿Peor? ¿El qué?

- Pues querer a alguien, amarla hasta la muerte y más, levantandote solo para ver su sonrisa después de haber soñado toda la noche con su mirada. Verla cada día, queriendo estar a su lado diciendola un simple: te amo; y saber que no puedes. Que no puedes amarla, que no puedes besarla, que no puedes decirla te amo. Hablar con ella de amores y convencerla para que vuelva con su novio, cuando en el fondo de tu cabeza se oye el eco del te amo llorando en tu interior. Saber que está tan lejos y que, en el fondo, solamente está a tu lado.

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